F.O.R.J.A. y el pensamiento nacional.

Creer que el golpe militar del 6 de septiembre de 1930 fue el iniciador de una serie de golpes de Estado que nos acompañaron hasta 1983, es una verdad, pero sin duda será incompleta si no analizamos que el objetivo concreto era el de implementar un plan económico de dependencia y sometido a las decisiones que se tomaban en los centros de poder, que no estaban precisamente en nuestro país.
En esos años, conocidos como la década infame, representados por el fraude, el soborno y la entrega ilimitada al imperialismo Inglés se empieza a ver de cerca el drama social de la desocupación y la inseguridad, la proliferación de las primeras villas miseriasy los pactos vergonzosos que ponían de rodillas a los Argentinos. Como suele ocurrir en estos casos la sociedad, en especial los sectores medios, nada vió y nada dijo.
El Radicalismo caído en manos de los grupos Alvearistas en lugar de reivindicar al presidente derrocado estaban dispuestos a negociar, a pesar que la convención radical de 1931 había declarado la abstención.
El propio ex presidente Marcelo T de Alvear desde un confortable retiro en Francia aplaudió el desalojo de su partido del gobierno.
Pero en medio del desaliento, un pequeño grupo de Yrigoyenistas “duros” no estaban dispuestos a entregar sus banderas y su historia.
Este pequeño grupo de jóvenes intelectuales estaba integrado por Arturo Jauretche, Juan Fleitas, hijo de un ministro de Yrigoyen, Manuel Ortiz Pereyra y un joven Homero Manzione que después se transformara en el gran poeta popular Homero Manzi.
Con frecuencia se reunían con Hipólito Yrigoyen en su domicilio. Tampoco la muerte del ex presidente en 1933 podrá detener el empuje y la decisión de esclarecer al pueblo Argentino.
Para esto era necesario romper los viejos esquemas y generar un nuevo idioma en la política, es decir, hacia falta una herramienta para forjar una nueva Argentina.
El 29 de junio de 1935 se oficializa este nuevo movimiento que llevara el nombre de F.O.R.J.A. (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina) el grupo ya ampliado en su fundación, le ofrece la presidencia a Arturo Jauretche, pero este prefiere a Luis Dellepiane por su cultura y su llegada a la juventud.
Será el propio Jauretche quien lanzara el primer grito de guerra:
“SOMOS UNA ARGENTINA COLONIAL, QUEREMOS SER UNA ARGENTINA LIBRE”
El movimiento tenía un sentido Anti-imperialista y Latinoamericanista que los acompañara durante toda su existencia.
Todos sus integrantes eran afiliados al Radicalismo, pero esto no era obstáculo para que otros participaran como lo muestran los trabajos de Scalabrini Ortiz, quizá el más publicado y Jorge del Río que venían de posiciones de izquierda.
Los cuadernos de F.O.R.J.A. se ocupaban de todos los temas vitales para el desarrollo del País: petróleo, electricidad, ferrocarriles, pacto Roca-Runcimann, independencia económica, etc.
Ahora bien, ¿Cuál era la originalidad de F.O.R.J.A.? No era otra que ser el primer grupo político- intelectual que no tuvo influencias de teorías gestadas y pensadas a miles de kilómetros, eran posiciones que emergían de la observación del medio nacional en que se desarrollo, esta fue la condición fundamental del grupo: no necesitaba aferrarse a autores europeos. No buscaban acomodar al país al modelo de las últimas teorías de moda y para ello debieron escribir sus propios libros.
Esa es probablemente la enseñanza más importante que nos deja F.O.R.J.A. en tiempos, como los actuales, que cuesta tanto tener y generar un pensamiento propio, atrapados en esta falsa idea de pensamiento único, que no es otro que el de las clases dominantes.
( Continuará…)


Adolfo Mosso 10 de Agosto de 2009.-