Nicolas Savio:"El General del Acero".Capitulo II

Nicolás Savio: El General del Acero. CapituloII
La Argentina de la década del 30, conocida como “el granero del mundo” se limitaba a la industria liviana y a la transformación de productos agrícolas. Frente a esta situación Savio reflexiona hacia 1942: “Está en la consciencia nacional que la actual conflagración ha destacado nuevamente la necesidad de armonizar mejor el aprovechamiento de todas nuestras fuentes de riqueza y de equilibrar más la economía general con un desarrollo efectivo de las actividades industriales, con una utilización cada vez más intensas de las materias primas del país.” Es precisamente en ese año, condicionado por el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, cuando el proyecto de Altos Hornos Zapla comienza a tomar forma en el norte del país. Es así que el 11 de Octubre de 1945 se produjo la primera fundición de arrabio en la República Argentina. Con estas elocuentes palabras Savio finaliza el discurso que consolida el nacimiento de la siderurgia argentina: “Señores: allá en Jujuy, en un pueblito lejano, un chorro brillante de hierro nos ilumina el camino ancho de la Argentina.¡ Qué su luz no se apague nunca!¡Sigamos su luz! ¡Viva la Patria! .Ya en noviembre de 1944 se había abierto la licitación pública para la creación de la segunda Unidad Siderúrgica en Argentina. La idea era crear una sociedad mixta, en donde el Estado se encargara en principio de invertir capitales y regular el correcto funcionamiento de la planta incentivando la inversión del capital privado. El 24 de Mayo de 1946 Savio, entonces Director general de Fabricaciones Militares, eleva al Ministro de Guerra el Plan Siderúrgico Argentino para la creación de la Sociedad Mixta Siderurgia Argentina (SOMISA). El 13 de Junio de 1947 el Senado dio sanción definitiva al Plan Siderúrgico como ley nº 12987 conocida posteriormente como Ley Savio. El general Savio muere sorpresivamente en 1948 de un ataque cardiaco, pero sin lugar a dudas su legado es innegable. Fue un pionero en el desarrollo de la industria pesada en Argentina pero por sobre todas las cosas fue un hombre de la época, que supo no sólo observar su entorno inmediato sino que intentó ir más allá de lo que sus contemporáneos hubieran imaginado ir. No sólo vivió en un momento convulsionado que indudablemente condicionaron el desarrollo de toda su obra sino que fue un hombre con ideales que pensó, proyectó y ejecutó un plan económico absolutamente viable para la Argentina de entonces. Uno de sus legados más grandes fue la creación de SOMISA y con ello la prueba fehaciente de que no sólo era posible la producción de acero en Argentina sino que era posible a partir de la explotación del hierro argentino. Luego de las políticas de los años 90’ que conllevaron a la fragmentación y a la privatización de una de las empresas nacionales más grandes que tuvo el país es interesante preguntarnos hoy en las puertas del siglo XXI si es posible retomar algunas de las ideas esbozadas por Savio en la década del 40 para elaborar un proyecto económico viable y sustentable hoy por hoy en la República Argentina. La respuesta hegemónica puede que no exista, pero si podemos tener en cuenta una serie de factores que nos permiten erradicar falsas comparaciones: la Argentina de hoy no es la Argentina de la posguerra en la que vivió, pensó y actuó el general Savio por lo tantos las condiciones nacionales e internacionales distan mucho de aquellos tiempos en donde el Estado regulador y redistribuidor estaba en boga como modelo internacional. La política de los años noventa que apuntaba a la no intervención estatal en materia económica, a la liberalización del mercado, a la concesión para la explotación de recursos naturales a empresas transnacionales y fundamentalmente a la privatización de la industria nacional, fue sin lugar a dudas un estacazo significativo para el desarrollo de la industria pesada argentina. La consolidación de un modelo económico minero agro exportador a partir de la década del 90 es indudablemente uno de los causantes de la dependencia económica que hoy se vive en nuestro país. Pero el panorama no puede ser abrumador. El golpe que sufrió el desarrollo industrial argentino no es un golpe de muerte y en este sentido es interesante poder preguntarse hoy en día si un país que cuenta con los recursos indispensables para garantizar la autarquía económica tal y como lo pensó Savio en su tiempo puede revitalizarse y renacer como el Ave Fénix. ¿Puede un país consolidarse como potencia mundial a partir de un modelo que augura el crecimiento económico a partir de la exportación de productos agrícola- ganaderos? En este sentido sí es interesante retomar a Savio quien no pensó el desarrollo industrial en detrimento de la producción agropecuaria, sino que pensó en una complementariedad para garantizar la autarquía. ¿Se puede lograr la autarquía hoy por hoy en Argentina? ¿Se puede construir un edificio si se cuenta con todos los materiales necesarios para hacerlo? La respuesta podría ser si. Sólo si se cuenta con un buen arquitecto para llevarlo a cabo de manera eficiente.
Tom Lima.
Fuentes Consultadas:
Echagüe, Selva “Acero para la Industria”. Biblioteca Soldados, 1999
Savio, Nicolás. “Obras Completas” SOMISA 1973
18 de Marzo de 2010.