FUTURO INCIERTO PARA LA CIENCIA Y LA INDUSTRIALIZACIÓN DE CALIDAD
Entrevistado
por Daniel Tognetti en Radio del Plata, Matías Bianchi, presidente de ARSAT
entre 2013 y 2015, responsable del lanzamiento de los satélites ARSAT-1 y
ARSAT-2, declaró no encontrarse sorprendido porque este tipo de políticas son
las que planificó la Alianza Cambiemos, más allá de que las denominaran
“Campaña del miedo”.
Respecto a
la falta de comercialización de los servicios de ARSAT 2, Bianchi dijo que, al
cierre de su gestión, la empresa tenía firmados contratos por el 30% de la
capacidad del satélite y que había un plan para tener para el año 2017 el 80%
ocupada. Bianchi vinculó a su vez estas declaraciones con las que realizara el
Ministro Aguad respecto a que ARSAT no busca competir con el sector privado,
explicando que ocupar ARSAT 2 implica quitarles negocios a operadores
satelitales internacionales.
Bianchi
remarcó que si la empresa satelital no va a competir con el privado, es
imposible autofinanciarse. También aclaró que ARSAT 3 se pensaba financiar con
los ingresos de ARSAT 2 pero también de ARSAT 1, lanzado en 2014, más préstamos
privados a la empresa para su construcción.
Bianchi
también se refirió a que detener el desarrollo satelital tiene implicancias en
las posibilidades de la Argentina de competir a nivel mundial en la industria
de construcción de satélites y que en el marco de la Ley 27.208 de desarrollo
de la industria satelital, donde está programado el ARSAT 3, se planificó
mejorar la competitividad y aumentar el componente de desarrollo tecnológico
nacional.
El futuro
llegó, y se fue
Tras estas
declaraciones, el futuro de la empresa de telecomunicaciones estatal que
experimentó un extraordinario crecimiento alcanzando premios internacionales,
parece ser sombrío.
Las
declaraciones de la conducción actual son confusas y contradictorias, como no
competir, ofrecer servicios donde no hay rentabilidad y buscar el
autofinanciamiento de las inversiones. Los hechos son contundentes, falta
absoluta de pagos (con las penalidades que eso genera), freno en el desarrollo
satelital nacional, paralización de la TDA y condescendencia con la competencia
en materia de capacidad satelital y conectividad mayorista.
Habrá que
esperar para ver si estas medidas y el nuevo enfoque de la empresa continúan o
no impactando en los puestos de trabajo, quedando comprometidas principalmente
las áreas satelital y comercial. Esta última casi que no tendría sentido de
existencia