Alvarez Condarco o el día que un ingeniero se transformo en espía.

Portador de la copia del acta de la declaración de la independencia de las Provincias Unidas del Rio de la Plata, José Antonio Álvarez Condarco marcho a Chile enviado por San Martin. El Acta fue entregada en mano a Francisco Casimiro Marco del Pont Capitán General de Chile. Por Orden del Español el acta fue quemada en la plaza publica por el verdugo.
Marco del Pont firmo el pasaporte con el que debía retornar Alvarez Condarco a Mendoza, pero le advirtió que no haría lo mismo con el próximo emisario de los insurgentes, puso el precio de ocho pesos por la cabeza de cada uno de ellos vivo o muerto y además expresó de viva voz que”- Yo firmo con mano blanca, no como la de su General que es negra” en franca alusión al color de la piel de San Martín, a quien los realistas llamaban “El Cholo de Misiones”
Lo que ignoraba Marco del Pont es que la cuidadosa elección del ingeniero respondía a la misión de inteligencia encomendada por San Martin de relevar minuciosamente y sin papel alguno, las posiciones, fortificaciones, accidentes geográficos y otros obstáculos para el inminente cruce de los Andes. Producido el cruce, semanas después, este resultaría en la derrota general y completa de las fuerzas realistas y la captura de su jefe, que prisionero, fue trasladado e internado en la Provincia de San Luis.
La libertad de Chile ya estaba asegurada y asomaba a la faz de la tierra una nueva y gloriosa nación. Entonces pudo Lautaro ver renovando en sus hijos de la patria el antiguo esplendor.

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